“Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre.” Hemos escuchado esta premisa en diferentes momentos, tanto en startups, como en corporativos. Al final, todos queremos tener métricas concretas y tener la certeza de que nuestro dinero va a ser alocado de la manera más óptima para crecer. En este espacio, exploraremos los diferentes caminos disponibles para poder aproximarse a este retorno, usando las métricas más comunes en las organizaciones que sirven para poder entregar valor en menos tiempo.